Hasta ahora los trabajos científicos que relacionaban exposición a pesticidas organofosforados y afecciones tales como alteraciones de la conducta y deterioro de las capacidades cognitivas se habían realizado con personas expuestas a altos niveles de estas sustancias.
Sin embargo, la Academia Americana de Pediatría acaba de publicar en su revista oficial "Pediatrics" un estudio que evidencia la relación que existe entre exposiciones consideradas normales y un mayor riesgo de hiperactividad en los niños.
El Transtorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una patología seria que afecta hasta un 10% de la población. Las consecuencias en el desarrollo de los niños afectados son muy importantes.
El estudio de la Dra. Maryse Bouchardm, de la Universidad de Harvard, ha sido realizado sobre 1139 niños y niñas de entre 8 y 15 años. Ninguno de ellos pertenecía a grupos de riesgo por otras causas. Del total de participantes, 190 cumplían los criterios para ser diagnosticados de TDAH. Y los resultados concluyeron que existía una significativa relación entre los niveles de organofosforados detectados en orina y el diagnóstico de hiperactividad.
Expresándolo de una forma suave: este estudio apoya otras investigaciones realizadas sobre animales que produjeron resultados similares. Así que el estudio de la Dra. Bouchardm fundamenta aún más la hipótesis de que la exposición a niveles normales de pesticidas contribuye a la hiperactividad en la población infantil.
Se entiende por exposiciones normales las trazas de estos pesticidas que habitualmente se encuentran en frutas y verduras.
Obviamente se precisan nuevos estudios con muestras de población más amplias para que la ciencia reconozca de una manera concluyente este hallazgo.
Y mientras la ciencia avanza a su ritmo, la lógica nos invita nuevamente a considerar el "principio de precaución" evitando en la medida de lo posible consumir productos que hayan estado expuesto a estas sustancias.
Recordemos que mientras la ciencia concluye las personas vivimos toda una vida. Y la calidad de esta vida depende, muchas veces, de las decisiones que tomamos.
Sin embargo, la Academia Americana de Pediatría acaba de publicar en su revista oficial "Pediatrics" un estudio que evidencia la relación que existe entre exposiciones consideradas normales y un mayor riesgo de hiperactividad en los niños.
El Transtorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH) es una patología seria que afecta hasta un 10% de la población. Las consecuencias en el desarrollo de los niños afectados son muy importantes.
El estudio de la Dra. Maryse Bouchardm, de la Universidad de Harvard, ha sido realizado sobre 1139 niños y niñas de entre 8 y 15 años. Ninguno de ellos pertenecía a grupos de riesgo por otras causas. Del total de participantes, 190 cumplían los criterios para ser diagnosticados de TDAH. Y los resultados concluyeron que existía una significativa relación entre los niveles de organofosforados detectados en orina y el diagnóstico de hiperactividad.
Expresándolo de una forma suave: este estudio apoya otras investigaciones realizadas sobre animales que produjeron resultados similares. Así que el estudio de la Dra. Bouchardm fundamenta aún más la hipótesis de que la exposición a niveles normales de pesticidas contribuye a la hiperactividad en la población infantil.
Se entiende por exposiciones normales las trazas de estos pesticidas que habitualmente se encuentran en frutas y verduras.
Obviamente se precisan nuevos estudios con muestras de población más amplias para que la ciencia reconozca de una manera concluyente este hallazgo.
Y mientras la ciencia avanza a su ritmo, la lógica nos invita nuevamente a considerar el "principio de precaución" evitando en la medida de lo posible consumir productos que hayan estado expuesto a estas sustancias.
Recordemos que mientras la ciencia concluye las personas vivimos toda una vida. Y la calidad de esta vida depende, muchas veces, de las decisiones que tomamos.
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