8 ingredientes de los productos de belleza que son todo menos hermosos

La palabra "natural" es una de las más utilizadas en el ancho mar de los productos de belleza. Las más de las veces erróneamente.

A continuación os mostraré 8 ingredientes indeseables, incluso claramente tóxicos, que se pueden encontrar en muchos productos cosméticos. Incluso aquellos que usan abusan de la palabra "natural".

1. Ptalatos.- Están por todas partes. Se usan como aditivos en plásticos, como base oleosa en perfumería, como aditivos en lacas para el cabello, productos para imprimación de maderas y un largo etc. En el cuerpo humano tienen una gran capacidad para ocupar el sitio de las hormonas por lo que actúan como "disruptores celulares". Hay que tener especial cuidado con ellos durante el embarazo.
   
   
2. Formaldehído.- Es un producto básico en las funerarias puesto que es imprescindible para embalsamar un cuerpo. En la vida diaria es un  conservante extraordinariamente común: desde los dentífricos hasta el champú. Además de un producto irritante es un conocido carcinógeno. Los fabricantes suelen ocultar su presencia utilizando variados sinónimos: Formalin, Methanal, Oxymethyline, Urea, 1,3-Diosetane, Quaternium 15, Methylaldehyde, Methylene Oxide, Formic Aldehyde, Oxomethane Formalin o Phenol Formaldehyde. Sobre todo hay que evitar que esté presente en productos infantiles aunque es mucho mejor mantenerlo al margen de nuestras vidas.
   
   
3. Parabenos o Parabens.- Aunque en gallego la palabra es simpática hay que tener en cuenta que diversos estudios lo han relacionado con el cáncer de mama. Sinónimos: Methylparaben, Propylparaben, Ethylparaben, Butylparaben.
   
   
4. Sodium Lauryl Sulfato o Sodium Laureth Sulfate.- Es un agente espumante muy común en jabones, geles de baño y champús. Directamente es irritante de la piel y puede penetrar a través de ella acumulándose en el corazón, cerebro e hígado.
   
   
5. Tolueno.- Se utiliza en los esmaltes de uñas y en tintes para el cabello. Es tóxico para el sistema nervioso. Al respirarlo puede causar vértigos y dolores de cabeza. Exposiciones más altas y prolongadas pueden producir alteraciones fetales y abortos (lo que hay que tener en cuenta si se trabaja en un salón de belleza o como manicura). Afortunadamente están apareciendo marcas libres de tolueno.
   
   
6. Fragancia.- Lamentablemente las imprecisas leyes sobre etiquetado de cosméticos permiten que muchos fabricantes oculten bajo este término ambiguo multitud de sustancias químicas muchas de las cuales son Ptalatos.
   
   
7. Triethanolamina.- Se utiliza comunmente para ajustar el PH de los productos. Es una sustancia cuya capacidad para inducir alergias, irritaciones y resecamiento ha sido bien documentadas. Además se absorbe a través de la piel y puede acumularse en el organismo.
   
   
8. Hydroquinona.- Esta sustancia está prohibida en Japón pero no en la Unión Europea. Es un componente, por ejemplo, de algunas cremas de belleza que se anuncian para revertir los signos de envejecimiento. Sin embargo, diversos estudios la han relacionado con el cáncer y la ocronosis.

La idea de este artículo no es la de asustar sino crear condiciones para fomentar el consumo inteligente. Es bueno leer las etiquetas para elegir inteligentemente lo que vamos a utilizar. Un consumidor responsable escoge productos cuyos componentes no sean sospechosos de causar otros daños a nosotros mismos o al medio ambiente. Nuestras elecciones determinarán el comportamiento de la industria. Así que está en nuestras manos fomentar la fabricación de productos que no sean potencialmente dañinos.